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Los capataces del Champion del Rodeo de Primera con Puntos del Club Lontué, fueron dos personajes reconocidos y estimados en mundo Corralero, más vigentes que nunca, es sus trabajos, y gozan del cariño, en forma transversal, de quienes están en nuestro Deporte Nacional.

Fue así que Don Sinforoso Pinto Cerda, y Don Carlos Didier Orellana, recibieron un un merecido reconimiento a sus largas y dilatadas temporadas en el arreglo del Caballo chileno,por cuyas manos pasaran un inmensa cantidad de mancos que llegaron a instancias superiores.

Don Sinfo, hijo de un ilustre "Huaso", como lo fue Pedro Pinto, por muchos años ligado al Criadero Pichano de la Familia Santander, es un personaje muy querido y respetado, ahora trabajando Caballos nuevos, en el Criadero Doña Gaby, con inicios en el Criadero El Palo de los Giaconi donde  salio el Gran Potro Chubasco, Pilar de una Línea de Caballos de Ley, para las corridas en Vacas, y que se puede decir Buenos y Bonitos.

Don Sinforoso se lo tomó con la Humildad que le caracteriza, y se encachó en la capataceada del Champión, hasta que su hijo Daniel lo anduvo relevando. Don Sinfo además de practicar el Rodeo, fue un destacado futbolista Amateur, considerado en equipos y selecciones, fue integrante de aquel Gran Equipo de la Cooperagtiva Electrica, brillante Campeón del Campeonato Particular de Fútbol, que se organizaba bajó la supervisión de la Asociación de Fútbol de Curicó en 1978.

Don Carlos Didier Orellana, tenino de Cepa, ligado al Criadero Pichano, y posteriormente a otros planteles, para dar el Salto al Criadero Palmas de Peñaflor, siendo integrante de la Escuadra Ecuestre y otras labores de importancia en el arreglo de los mancos nuevos. Sin duda que las enseñanzas recibidas en su cercanía con los Bustamante le forjaron una personalidad y una impronta para el trabajo con los caballos, que ha sido su quehacer de toda la vida.

Ambos tienen varias cosas en común que los retratar como Huasos de verdad,queridos y admirados por muchas generqaciones de Jinetes y arregladores, a los cuales no les mezquinaron sus experiencias y consejo.

Un merecido homenaje,ahora que están plenamente vigentes y ligados al Rodeo con la energía y autenticidad de un Huaso Chileno. (Luis A.Oyarzun G.)